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México y la Energía Solar Fotovoltaica
La producción y el uso de la energía eléctrica suponen la principal causa, junto con el trasporte, de las emisiones de gases de efecto invernadero, gases responsables del cambio climático. Las fuentes energéticas de mayor impacto al ambiente son el carbón mineral y los hidrocarburos los cuales afectan principalmente a los cuerpos de agua, suelos y vida silvestre, así como a la salud humana.
México cuenta con una matriz de generación diversificada, es decir, diferentes tecnologías pero su mayor generación al cierre del 2020 proviene de las plantas de ciclo combinado (42.5%), en estas centrales se transforma la energía térmica del gas natural en electricidad mediante dos ciclos consecutivos, el que corresponde a una turbina de gas convencional y el de una turbina de vapor. Esto resultando en altos niveles de contaminación constante y gases de efecto invernadero.
Por otro lado, la generación de energía por medio de tecnologías limpias fue solo del 19.5% incluyendo a la Hidroeléctrica, Nuclear, Eólica, Cogeneración eficiente, Geotérmica, Bioenergía y Fotovoltaica. La infraestructura de tecnología renovable con mayor aportación al total de la capacidad instalada en el país a inicios de 2020 después de la hidroeléctrica es la solar con un 4.37% y aunque México tiene un territorio 5.5 veces mayor al de Alemania y una radiación 4.4 veces superior y la energía solar generada en el país europeo es de 44.2 veces superior.
México es uno de los países con mayor potencial solar en el mundo ya que es de los 5 países que reciben mayor energía de este tipo con 5.5 kilovatios hora por metro cuadrado (kWh/m2).
El mundo se encuentra en el rumbo de una transición energética dando prioridad a las energías renovables ya que de no ser así se pone en riesgo a toda la vida en el planeta afectando al clima, la biodiversidad y la salud.
El gobierno mexicano a través de los años se ha unido a esta transición tan importante adquiriendo así importantes compromisos internacionales que son un gran reto estratégico y económico, por ese motivo, fuerzas políticas parecen querer aferrarse a la idea de la explotación de combustibles fósiles y frenando el desarrollo de plantas generadoras de energía renovable privadas a gran escala y poniendo en riesgo el cumplimiento de los mismos.
De igual forma, en México, las herramientas para que la población en general pueda impulsar la transición energética están dadas, se respetan e incluso se impulsan por el gobierno federal mediante algunos incentivos fiscales, ayudando a que sea posible adquirir y echar a andar plantas privadas tanto residenciales, comerciales o industriales de pequeña y mediana escala.
